top of page
IMG_6371.JPG

¿Fumas después del sexo? Tienes que leer esta nota


Cigarrillos después del sexo, con café, cuando llueve o siempre que estás estresado… Hay algo en los tabacos que induce a la gente a fumar a pesar de los efectos nocivos que la gran mayoría conoce.


El cigarrillo después del 'delicioso' es un clásico, un gesto que forma parte del imaginario colectivo, incluso en el cine, después de una ardiente escena de sexo los actores se fuman un 'tabaquito'. Pero, ¿por qué querrías fumar después del 'cuerpeo'? No hay respuestas científicas reales, pero hay algunas hipótesis que se basan en la fisiología del cerebro.


Según reportes del Ministerio de Salud Pública, 3 de cada 10 adolescentes, entre 13 y 15 años, han consumido tabaco alguna vez en su vida, y 4 de cada 10 vieron a alguien consumiendo tabaco en televisión, videos o películas.


Sin embargo, los que gustan de la ‘humeada’ se dividen en grupos demográficos que incluyen estudiantes universitarios, adultos que han sido adictos durante años e incluso que han desarrollado una afición por el humo ocasional, independientemente de la edad, el género o el estilo de vida. “Lo que todos tienen en común es el ansia de que el ‘dulce’ libere su mente y su cuerpo después de una fumada”, dice la psicóloga Claudia Cruces.


La también sexóloga chilena, radicada en Quito, menciona a EXTRA que mucha gente parece preferir fumar inmediatamente después del sexo o de una comida pero no hay una explicación científica para esto porque "seguramente se percibió que era el mejor momento para encender un cigarrillo".


"En consultas las personas aseguran que sienten como si la experiencia de comer o tener relaciones sexuales se alargara con el uso de un cigarrillo porque supuestamente ayuda a mantenerse en esa zona por más tiempo y logran completamente la satisfacción”, comenta.


Una razón del ‘amor’ de la gente por los cigarrillos después del sexo puede derivarse de su asociación psicológica con la actividad, apunta el también sexólogo, Germánico Zambrano.


“Durante mucho tiempo hemos visto que el acto de encender un cigarrillo después del sexo se muestra como una actividad deseable, divertida y relajante”, agrega.


Y es que ‘tabaquear’ también puede ser un fetiche para ciertas personas. Según Zambrano, este fetiche surge de ver representaciones erotizadas de personas (íconos del mundo del espectáculo) que siempre están con un cigarrillo en la mano, una indicación de su estatus y riqueza, destacando un poder malentendido.


“Dado que los cigarrillos se anunciaban como artículos caros, estas representaciones en las películas les ayudaron a propagar su producto aún más e hicieron que fumar pareciera el epítome del glamour y la moda. En los últimos años, también se ha convertido en una categoría muy popular en los sitios web de pornografía”, argumenta el profesional.


Los expertos dicen que, si fumas durante, antes o después de una actividad de rutina, tu cerebro comienza a asociar los dos y esas actividades actúan como desencadenantes de la nicotina. “Algunos fuman después del sexo, porque su cerebro comienza a exigir nicotina que ha sido condicionado subconscientemente”, dice Zambrano.


Los cigarrillos pueden provocar vaginosis bacteriana en las mujeres


Fumar puede tener algunos efectos adversos en su salud sexual. Según Zambrano, parecer ‘chimenea’ está asociado con un mayor riesgo de desarrollar vaginosis bacteriana en las mujeres. “Es un tipo de inflamación vaginal causada por la multiplicación y el crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran naturalmente en la vagina”, indica, y existe una amplia evidencia que respalda la afirmación de que fumar puede empeorar la disfunción eréctil, en hombres.


No obstante, durante las relaciones sexuales, como durante otras actividades placenteras, por ejemplo, comer, beber o fumar, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor que tiene varias funciones, la más importante de las cuales es actuar sobre el sistema nervioso simpático, provocando que los latidos del corazón se acelere y la presión arterial se eleve.


"La dopamina se puede interpretar como la recompensa de nuestro cuerpo por el placer: por lo tanto, una teoría sostiene que después de un momento 'wow' (como el orgasmo) y la consiguiente descarga de dopamina, el cuerpo inmediatamente quiere más y, por lo tanto, busca un estímulo capaz de dar placer: el cigarrillo", explica Cruces, quien precisa que hay quienes prefieren comer dulces después del amor: "El principio sería exactamente el mismo".


En cambio, pensar que el sexo y la nicotina no se llevan bien: es cierto que tienen en común la descarga de dopamina, pero el efecto vasoconstrictor del cigarrillo no es saludable para el éxito de una relación sexual.

281 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page